• Riego

Riega el árbol de forma profunda una vez por semana, especialmente durante el primer año después de plantarlo. Verifica que la capa superior del suelo se haya secado antes de regar. Evita regarlo demasiado durante el invierno para que no se congele el suelo.

• Suelo

El árbol de manzana prefiere suelos franco-arenosos con un pH de 5.5 a 6. El suelo debe tener un buen drenaje para evitar que se encharque y que las raíces se pudran.

• Poda

Poda el árbol a finales del invierno, antes de que aparezcan los primeros brotes. La poda ayuda a mantener el árbol en un tamaño manejable y a prevenir que se vuelva demasiado denso.

• Abono

En otoño, añade un abono especial a la base del árbol. Si acabamos de plantar el manzano, es mejor esperar a que se aclimate para poder usar un fertilizante.

• Mantillo

Aplica mantillo en la base del árbol para evitar que crezcan las malas hierbas y proteger los frutos en caso de caída.

• Tratamientos

Puedes tratar tu árbol en caso de parásitos, pero recuerda dejar los tratamientos cuando los frutos estén maduros.